El entrenador del Club Atlético Paracao (CAP) para la próxima edición de la Liga de Vóleibol Argentina (LVA) encabezó la observación de jugadores que se realizó en Paraná entre el domingo 19 y martes 22 del corriente.
Miguel Juárez dirigió las prácticas que probaron las condiciones de 15 jugadores de la región que aspiran a integrar el plantel de La Bomba para las competencias oficiales de la Asociación de Clubes Liga Argentina de Vóleibol (Aclav), temporada 2021-2022.
Asimismo, el coach tucumano aprovechó su visita a la capital entrerriana para reunirse con la dirigencia de la institución Auriazul y avanzar en los lineamientos de trabajo. En tal sentido, se estableció que habrá un nuevo ensayo previo al inicio de la pretemporada, que será desde los inicios de noviembre.
En tanto, el calendario nacional ya tiene confirmada la realización de la Copa RUS Argentina para diciembre, nuevamente en Mar del Plata, como prólogo a la temporada regular.
La pelota volvió a volar
Dando inicio a los trabajos en cancha de cara a la segunda temporada de Paracao en la máxima categoría del vóleibol nacional, la observación de jugadores puso en acción a jugadores interesados en ser parte del plantel definitivo.
Procedentes de variados orígenes (como Rosario, Córdoba, Cerrito, Concordia, Basavilbaso y San José de Feliciano), los postulantes se entrenaron durante dos días en doble turno. A ellos se sumaron algunos elementos del club anfitrión desde la jornada previa.
Durante ese lapso, experimentaron la intensidad de trabajo de Juárez, quien ya dio indicios del perfil que pretende para sus dirigidos.
“Vi a jugadores importantes, mientras evaluamos la posibilidad de refuerzos según las necesidades por puesto. La prioridad es no dañar las cuentas del club”, expresó el entrenador al considerar la experiencia.
Tucu destacó la predisposición de los dirigentes de Paracao y, mientras se avanza en la conformación del staff, adelantó que para la próxima observación “ya tendremos entrenando a los que pasen esta fase”.
Primeras impresiones
Al final de una de las sesiones, Miguel Juárez aprovechó para manifestar cómo encontró a su nueva casa laboral y reveló el lazo afectivo que lo une con el Auriazul.
“Estoy enamorado del club desde la primera vez que vine, cuando dirigía a Jujuy Vóley. Pasamos dos días y vimos el seguimiento del público. Además, forjamos buena relación con los dirigentes, así que cuando me enteré de que jugaría la A1 me puse muy contento”.
“Es un club de barrio, de muchas familias y cuando crece, genera una elevación en el nivel de todas las disciplinas. Así que, cuando me llegó la propuesta, no dudé porque sé que con esta gente se puede trabajar. Les di mi palabra, que considero un valor importante, que se trae desde la casa”, señaló.
Expectativas
Al fijar sus objetivos, Juárez manifestó que la prioridad “es cuidar la plaza ganada por el club”.
“Si el objetivo es estar dentro de los cuatro primeros, ¡vamos!, porque eso te cambiaría todo el panorama”, acotó.
En cuanto a la interrelación con el plantel, deseó “que el proceso de los jugadores no sea tedioso”. “Si estamos todos contentos, podremos ganar o perder, pero haciendo las cosas bien. Nos entregamos ciento por ciento buscando dejar al club lo más alto posible”, cerró, reiterando agradecimiento por la recepción de los anfitriones.