El recorrido de la Liga de Vóleibol Argentina (LVA) tuvo una etapa que será largamente recordada en Paraná y zona. Por el gran nivel de juego expresado por los protagonistas, por la presencia de jugadores de trayectoria internacional, por el masivo acompañamiento del público y la interacción de este con los deportistas, el Tour IV de la temporada 2022-2023 bien puede ser un disparador para el incentivo de la práctica de este deporte en la provincia.
Fueron seis días en los cuales los 12 equipos participantes compitieron en gran forma, ofreciendo un espectáculo superlativo y en muchas ocasiones fue tal la paridad que para resolver los parciales se recurrió a extensión hasta alcanzar la diferencia.
En total se disputaron 24 partidos y en varios de ellos los favoritos en la previa debieron esforzarse más de lo imaginado para cerrarlos a favor. Si bien no hubo batacazos, sí se dieron sorpresas en la mejoría de rendimiento de conjuntos que no integran el lote de punta.
En cuanto Gross Paracao, el representante entrerriano, rindió en buena forma y consolidó su identificación con sus seguidores, que cada vez suman más y también “jugaron” desde la tribuna, con aliento incesante.
Los mejores cruces, en Paraná
Los choques entre los equipos de mejor perfomance coincidieron con el Tour en la capital entrerriana y la expectativa no fue defraudada. Ciudad de Buenos Aires - Monteros Vóley (primero versus escolta) y Ciudad - UPCN San Juan (líder ante el tercero, o choque de los finalistas de los últimos tres torneos) fueron partidos de alto vuelo, con alternativas en el dominio del marcador, jugadas vibrantes y finales abiertos.
La respuesta de los propios y ajenos no se hizo esperar. El público asistió en gran número en todas las jornadas, pero especialmente cuando se presentó Gross Paracao y en los desafíos mencionados.
Por caso, Ciudad de Buenos Aires 3 - UPCN San Juan 2 se jugó ante un lleno total del estadio Luis Butta (del Atlético Echagüe Club), que superó las 3.000 plazas y obligó a habilitar a último momento tres tribunas, ante la desbordante demanda. En contadas ocasiones, el escenario deportivo más representativo del deporte entrerriano albergó a semejante concurrencia.
Como rockstars
Los jugadores más destacados o con recorrido reconocido fueron tratados como estrellas del espectáculo. No solo recibieron aliento particular, sino que fueron esperados al final de sus actuaciones para solicitarles fotos y autógrafos.
Los integrantes de la selección argentina que obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Tokio 2020+1, Facundo Conte y Cristian Poglajen, fueron ejemplo de este fanatismo por los íconos del vóley. Pero también Manuel Armoa Morel (jugador del actual combinado Albiceleste), el brasileño Santos Souza (más conocido por su nombre artístico, Junior), el chileno Vicente Parraguirre o el venezolano Juan Miguel Vásquez, gozaron de gran popularidad.
La expresión fervorosa dio pie para que Facu Conte improvisara una charla tras su último partido, que fue seguida por fans de distintas edades, los cuales demostraron su afecto y se interesaron por aspectos de su carrera deportiva y empatizaron con su muestra de afecto con sus padres, presentes en la charla.
La oleada alcanzó también al periodismo. La dupla de relatores compuesta por José Montesano y Hugo Conte (padre de Facu e integrante de la selección argentina bronce en el Mundial 1982 y con misma presea en los Juegos Olímpicos Seúl 1988) también fueron vivados por chicos y grandes en todo momento.
Un ejemplo a replicar
Colocar en condiciones al escenario de juego y contexto insumió mucho esfuerzo. Sus buenas condiciones fueron posibles por el trabajo conjunto de instituciones deportivas y entes estatales.
El éxito del Tour en Paraná empezó a dar indicios previamente a la competencia. La presentación en sociedad tuvo una exquisita puesta en escena, que llevó adelante personal de la Secretaría de Turismo municipal.
A la par, staff y colaboradores de los clubes Paracao y Echagüe y de la Asociación de Clubes Liga Argentina de Vóleibol (Aclav, organizadora de la liga) trabajaron en el estadio y adyacencias para brindar un servicio de excelencia.
El campo de juego, las gradas, los sanitarios y los espacios libres estuvieron a la altura de las exigencias. La acción mancomunada, incluso, tuvo su costado solidario, porque parte de los ingresos por servicio de cantina colaboraron con los planteles de Echagüe que intervendrán próximamente en el Torneo Federal, en ambas ramas.
El mejor combo turístico
Por último, otro aspecto positivo del paso de la iniciativa de traer a Paraná a la máxima categoría del vóleibol del país medallista olímpico fue el gran movimiento turístico que generó.
Las 11 delegaciones visitantes demandaron alojamientos, como también sus acompañantes, en tanto que contingentes de distintos puntos de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires visitaron la capital entrerriana solo para sumarse a esta fiesta deportiva.
Nuevamente, la combinación de propuestas deportivas y turísticas resultó un éxito en Entre Ríos.
EPÍGRAFES
(1) La gran resultante del paso de la LVA por Paraná. Un gran interés por la práctica del vóleibol en Entre Ríos.
(2) Gross Paracao ganó tres de cuatro partidos. Pero su triunfo mayor fue consolidar la identificación con su público.
(3) Ciudad de Buenos Aires - UPCN San Juan se jugó a estadio lleno. Como pocas veces se lo ha visto al Luis Butta, de Echagüe.
(4) Mauro Zelayeta, Facundo Conte y Manuel Armoa Morel en sesión de fotos y autógrafos. Generaron mucho intercambio con los espectadores.
Texto y fotos: Prensa Gross Paracao.